sábado, 2 de abril de 2011

DISTINCIÓN ENTRE EL CONTEXTO DE DESCUBRIMIENTO Y EL CONTEXTO DE JUSTIFICACIÓN EN LA ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

La distinción entre el contexto de descubrimiento y el contexto de justificación, se refiere básicamente a la explicación y a la justificación respectivamente que se realiza al momento de llegar a una determinada decisión o resolución. No coincide con la que se hace entre el discurso descriptivo y el prescriptivo, sino que tanto en relación con uno como con otro contexto, se puede adoptar una actitud descriptiva o prescriptiva. Por ejemplo, se puede describir cuáles son los motivos o las razones que llevaron al juez a dictar una resolución en un sentido determinado, lo cual implica explicar su conducta, pero también se puede prescribir o recomendar determinados cambios procesales para evitar que las ideologías de los jueces tengan un peso excesivo en las decisiones a tomar, como por ejemplo, haciendo que tengan más relevancia otros elementos que forman parte de la decisión, o proponiendo ampliar las causas de recusación de jueces.

También se puede describir en cómo el juez fundamentó su decisión, esto es, en qué razones se basó para argumentar el valor de ciertos principios o valores fundamentales, como por ejemplo el de la vida humana debe prevalecer sobre otro valor como el de la libertad personal, o bien, puede prescribir o sugerir cómo debería haber fundamentado el juez su decisión, esto es, expresar los motivos que tenía para haberse basado en otra interpretación de la Carta Magna o de otra normatividad, que subordina en el caso del ejemplo, el valor de la vida humana al valor libertad personal.

Sin embargo, en todo caso la distinción entre el contexto de descubrimiento y el contexto de justificación nos permite, distinguir dos perspectivas de análisis de las argumentaciones. Por un lado está la perspectiva de determinadas ciencias sociales, como la psicología social, que han diseñado diversos modelos para explicar el proceso de toma de decisiones al que se llega, en parte, por medio de argumentos. Y por el otro, está la perspectiva de otras disciplinas que estudian bajo qué condiciones un argumento puede considerarse justificado. Aquí, a su vez, cabría hablar de una justificación formal de los argumentos, esto es, cuándo un argumento es formalmente correcto y de una justificación material, es decir, cuándo puede considerarse que un argumento, en un campo determinado, resulta aceptable.

Lo anterior permitiría distinguir entre la lógica formal o deductiva, así como lo que a veces se llama lógica material o informal, en donde se incluirían cosas tales como la tópica o la retórica. De esta forma, estamos hablando de la teoría estándar de la argumentación jurídica, la cual se sitúa precisamente en el contexto de justificación de los argumentos y, en general, suele tener pretensiones tanto descriptivas como prescriptivas. En otras palabras, parten del hecho de que las decisiones jurídicas deben ser y pueden ser justificadas, por lo cual se oponen tanto al determinismo metodológico, esto es, que las decisiones jurídicas no necesitan justificación porque proceden de una autoridad legítima o son el resultado de simples aplicaciones de normas generales, así como se oponen a la decisión metodológica en donde las decisiones jurídicas no se pueden justificar porque son puros actos de voluntad.

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